Trae que trae el resplandor
Como un cierto rumor
Piedra que no se ha de callar
Alma de guayacán
¡Arrímale!
Fuego al carbón arrímale
¡Arrímale!
Fruto al amor arrímale
Fiebre racial
Alma morena
Grito ancestral
Mordió mi pena
Y yo salgo a beber
Por los temblores de tus carnes
Por los antiguos manantiales
Del cobre arrisco de tu sed.
¡América!
¡Indioamérica!
¡Latinoamérica!
Voz de mujer
Cintura andina
Serio animal
Hembra ladina
Tu desnudez
me da la flor mejor
tu piel.
Hinchada hasta los huesos se derrama
Majestuosa la sal de tus pupilas
Pletórica de luz subió la llama
Dispuesta a contestar por las heridas
Se olvidaron aquellos que no saben
Que la raíz que vuela no se amansa
Que puede como el viento en su medida
Ser brisa leve
O sangre que rebalsa
No hay más historia
Que la que no se escribe
La que no se acomoda en los manuales
La que lleva en sus venas doloridas
Los implacables sellos coloniales
Sube que sube
Espuma que se agranda
Árbol que crece
Oliéndose en su sombra
Sedienta de fulgor
Busca la savia
Abrirse al exterior como una rosa
Resuelta la memoria
Siente humana
Un trepidar de esencias escondidas
Un estupor de huellas primordiales
Un incansable vuelo que la anima
Vuelve el aroma
El viento
Y todo vuelve
Porque volver es comenzar la vida
Si lógica es la vara que nos juzga
Volverá tu sueño
Indio Che Guevara.
¡Arrímale!
Fuego al carbón arrímale
¡Arrímale!
Fruto al amor arrímale
Fiebre racial
Palmar de estrellas
Lluvia frutal
Dejó sus huellas
Volver a andar ayer
Por tus raíces más tempranas
Donde gotea la mañana
De un nuevo y tierno amanecer
¡América!
¡Indioamérica!
¡Latinoamérica!
Voz de mujer
Cintura andina
Serio animal
Hembra ladina
Tu desnudez
me da la flor mejor
tu piel.